Lamentablemente todos hemos presenciado alguna vez el comportamiento de un adolescente rebelde y la verdad es una situación que incomoda tanto a los participantes como a los espectadores. En ocasiones saber cómo actuar frente a un hijo adolescente que insulta a su madre es algo que muy pocos de nosotros logramos manejar de la mejor manera.
Desde el momento en el que un joven le pierde el respeto a su madre o desafía los límites del mismo, se desencadenan una cuestión de sucesos irreversibles que llevan al muchacho a tomar malas decisiones y entre ellas está la de insultar a su madre.
¿Por qué es tan difícil actuar?
Es difícil saber con exactitud cómo enfrentar a un adolescente que desafía e insulta a su madre, ya que primero debemos entender por qué el joven ha decidido tomar este tipo de actitud agresiva hacia una figura de autoridad.
Durante la adolescencia los jóvenes comienzan a experimentar sensaciones, sentimientos y eventos que son nuevos para ellos; acarrean desafíos y en la mayoría de los casos los terminan marcando para el resto de su vida.
Muchas veces los muchachos en edad de adolescentes tienden a reprimir emociones y sentimientos durante mucho tiempo. Además que es importante recalcar que si se sienten solos pueden llegar a deprimirse y volverse personas violentas.
¿Qué hacer si mi hijo me insulta?
Esta es una pregunta delicada porque en ocasiones familias han llegado a separarse porque no saben cómo lidiar con el adolescente que desencadena estas actitudes negativas y problemáticas, ya que se trata de una situación por demás incómoda y nada agradable.
En el momento en el que el adolescente enfrente a su madre lo mejor es evitar bajarnos al nivel de él tratando de mantener un tono de voz adecuado, pero firme que evoque autoridad y pedirle que se comporte debido a que es necesario respetar a las figuras de autoridad en el hogar, que en este caso serían el padre y la madre.
Lo mejor en todo momento es evitar gritarle, amenazarlo, enfrentarlo físicamente o intentar abofetearlo. Este tipo de comportamientos lo que traen es más violencia.
¿Por qué mi hijo me hace esto?
Imagínese que usted ha tenido un día terrible en el trabajo, no tiene nadie con quien hablar y no está llenando las expectativas que las personas depositan sobre usted y es posible que su situación amorosa y de pareja también esté en el fracaso, ¿Cómo se sentiría? ¿Qué tal si esta situación y sentimiento de vacío se repitiera cada día? Pues más o menos así se siente su hijo muchas veces.
Le recomendamos en todo momento mantener la calma y posteriormente llevar al joven con un psicólogo para ayudarlo a superar las emociones y sentimientos que funcionan como detonante esencial de lo que sería este comportamiento nada bueno o recomendado. Siempre apoye a su hijo y hágale saber que a pesar de sus errores lo ama y lo ayudará a superar las adversidades.
Conclusiones:
Como bien ya se mencionó, los adolescentes se encuentran dentro de un revoltijo de emociones y sensaciones que en su mayoría no saben cómo lidiar con ellas, llegando al punto máximo en el que explotan llevándose todo lo que hay a su alrededor (sean cosas o personas), trayendo consigo consecuencias nefastas para él/ella y para quienes le rodean.
El hecho que el adolescente insulte a su mamá es algo que no se le puede dejar pasar, es tu derecho como padre exigirle respeto a tu hijo, sin embargo debido a lo anteriormente descrito en el presente artículo respecto a las razones por las que tu hijo haya dicho eso, debes de considerar las siguientes interrogantes:
-¿Qué estoy haciendo yo para contribuir a la mejoría de éste comportamiento?
-¿Estoy siendo de ejemplo para él/ella?
-¿He realmente conversado con mi hijo el porqué de su actuar?
-¿Le estoy tratando de manera comprensiva y amorosa o solo lo estoy juzgando e insultando?
Solo tú sabes las respuestas a estas preguntas. Indiferentemente de cual la respuesta, debes saber y comprender que el adolescente siempre va a aprender más de forma rápida y eficaz con los hechos visibles que con las palabras, sobretodo si provienen de tu mamá/papá.
Resulta imprescindible que tengas en la medida de lo posible una actitud serena ante todo esto, pues solo manteniéndote firme en la autoridad de padre mediante el amor y la comprensión, tú y tu hijo podrás superar éste hecho dejándolo atrás de manera definitiva.