Tengo un hijo adolescente, tiene 16 años y en los últimos dos ha cambiado demasiado, siento que ya no me respeta, no me quiere, no me considera, no me cuenta sus cosas y está muy malcriado, no sé si poner mano dura con él o tratarlo con mucha paciencia, en verdad ya no sé qué hacer, lo único que busco es su bienestar.
Tú también fuiste adolescente , ¿lo recuerdas?
Ni un padre, ni una madre deberían jamás olvidar que un día no muy lejano también fue adolescente, de esos que por supuesto también tuvo dudas con respecto a sus gustos o disgustos, formas de actuar, y pensar hasta que logró desarrollar su madurez y convertirse en el padre que hoy está criando a un hijo, siendo esto para la gran mayoría, lo más preciado; por lo que partiendo de estas dos premisas el de recordar la adolescencia y el amor que siente por sus hijos, los padres deben buscar la forma de mantener una adecuada comunicación que lleve a ambas partes a respetarse y entenderse en cada una de las situaciones que la vida les presente.
#1. Crea un ambiente de Confianza
El hecho de que los padres puedan crear un ambiente de confianza son sus hijos no significan que estos pueden manipular queriendo romper los límites que han sido impuestos desde que nacieron, aquí es donde los padres tienen que actuar con pie de plomo y ser firme en sus decisiones cuando se trata de guiarlos a ser mejores y proteger su integridad física y emocional, en esta parte funciona muy bien el ejemplo que se les ha dado ya que nadie puede educar sin mostrar honestidad.
#2. Entender que la rebeldía es común
La rebeldía se presenta mayormente en la población adolescente, estas personas que ya no son unos niños y que la sociedad los invita de una u otra forma a independizarse del cuidado y atenciones de los padres, llevándolos a aislarse y comportarse de forma agresiva tratando de hacer valer lo que el adolescente considera es su derecho, sin considerar en ningún momento que todo tiene consecuencias, a veces hasta irremediables, como autolesionarse o yendo en contra de intereses que los harán sentirse valiosos, así como tomar riesgos tan solo por la excitación y hasta menospreciando su capacidad de tomar decisiones solo por seguir sus impulsos.
Aunque los adolescentes crean que la rebeldía es una forma de independizarse resulta siendo al contrario aquí es donde más depende de sus padres para lograr su independencia y llegar al desarrollo de su capacidad de decisión en forma exitosa y confiable, aquí es donde los padres toman su rol y convierten ésta rebeldía en un peldaño para impulsar a sus hijos dándoles la confianza de que logren sus sueños y metas por medio de la aceptación de su personalidad y apoyo en lo que emprenda.
Por eso, la mejor forma de lidiar con un adolescente rebelde es manteniendo en todo momento una comunicación abierta, llena de confianza y sobre todo paciencia y entendimiento donde el chico o chica se sientan seguros de contar con sus figuras parentales, cuando el adolescente cuenta sus situaciones cotidiana es porque se siente seguro en éste punto debe dársele apoyo y mucho ánimo para que continúe haciendo las cosas de la mejor manera que pueda, en fin conversar mucho y evitar que la confianza se pierda, a los chicos de ciertas edades les gusta ser escuchados y entendidos, y por supuestos conseguir buenos consejos y ejemplos.
Conclusiones:
- Si bien es cierto no es fácil lidiar con un adolescente rebelde pues como padres siempre se va a querer lo mejor para ellos y el ver que un hijo esté yendo por un sendero equivocado y junto con eso venga la falta de respeto hacia sus mayores, es una situación nada fácil de afrontar.
- Es por eso que como adultos es nuestro deber tomar las medidas necesarias para no solo controlar la situación sino más bien, guiar a nuestros hijos a tomar las mejores decisiones posibles en ésta nueva etapa de la vida que ellos afrontan. Ya que debemos recordar que una vez nosotros mismos pasamos por ese período, teniendo conciencia que es un ciclo lleno de mucha confusión y curiosidad donde apenas comenzamos a descubrir qué y quienes somos, gracias a ello es que muchos de los adolescentes en medio de este remolino de experiencias le dan lugar a la rebeldía.
- Ahora bien, como ex-adolescentes que somos tenemos el conocimiento necesario para saber cuál es el camino correcto y cuáles medidas tomar. Sí, así mismo como lee, estos conocimientos están en nuestro subconsciente solo basta con seguir 3 únicos parámetros y estos son la Comunicación, la Paciencia y la Comprensión.
- Éstos parámetros son la llave para saber lidiar con nuestros hijos rebeldes, pues no hay nada mejor que un padre que se muestra bondadoso y dispuesto a hablar y sobre todo escuchar para llegar a un acuerdo, que uno lleno de enojo y que solo se coloque a gritar.